Fundación de Lima.

Pedro de Alvarado, el brillante “Tonatiúh” de la conquista de México, llegó a las costas del actual Ecuador, y ese fue el primer viaje entre México y el Imperio Incaico, pues quechuas y aztecas no se conocían. Deshecha su expedición por tempestades y nevadas, Alvarado vendió sus naves a Pizarro, luego de lo cual éste retornó hacia el Sur.

De camino para el Cuzco, al que se disponía a conquistar y sojuzgar de un modo absoluto, Pizarro fundó la ciudad de los Reyes (hoy Lima), junto al Rimac, el 18 de enero de 1835.

Luego de una serie de combates por el interior del país, Pizarro dominó totalmente el Cuzco, tal como se lo había propuesto, y fundó las ciudades de Arequipa, Trujillo y Huamanga, o Guamanga (Ayacucho), además de fortificar Piura.

Francisco Pizarro fundó Lima en 1535, denominándola la Ciudad de los Reyes, en honor del emperador Carlos V y su esposa. El nombre de Lima deriva de la voz quechua rimac, "hablador". Durante los primeros años de su historia la ciudad vivió un clima violento, no sólo por las luchas contra los incas, sino por sus crisis internas, en una de las cuales murió apuñalado Pizarro por los seguidores de Diego Almagro.